Ocurrio en un gran armatoste

story by: Mariano Caffé
Written on Jun 18, 2018

Un abismo me separaba de ellos. Luces azules salían de unos tubos fluorescentes y recorrían el pasillo transformándolo en una pasarela de moda futurista, plagada de extraterrestres. Me encontraba en la última fila de asientos, el lugar que cualquier terrícola hubiera elegido para pasar desapercibido. Desde allí, disfrutaba de aquel espectáculo tan ajeno pero, aun así, tan mundano. Los rayos de los faroles, penetraban amarillentos desde afuera en la atmósfera fría que nos aislaba. Iban quedando atrás con la misma rapidez con la que nuevos focos dejaban descansar sus destellos en las tibias cabezas tambaleantes.  

Mientras avanzábamos, el ruido estridente del timbre logró detener la máquina. Una mujer con sombrero y rasgos renacentistas descendió hacia la acera, dejando solo el aroma de un perfume que me iba a acompañar durante todo el viaje. Entretanto, otro pasajero aparecía lejos de mí, donde la audiencia todavía no podía contemplarlo. Dirigió sus pasos en dirección hacia el fondo con un andar que suscitaba la añoranza de un tiempo que desconocía. Fue entonces cuando descubrí que era él. 

Lleno de desasosiego e invadido por la sorpresa observé cada movimiento que hizo hasta sentarse dos hileras delante de mí. Antes de acomodarse revoleó su mirada en todas las direcciones con una energía sutil y pacífica que reposaba en los lugares más recónditos de la nave, buscando en ellos la seguridad de no caer en la zozobra. Sin embargo, no alcanzó a verme. La vibración tan característica del gran armatoste y el viento que chocaba contra mis mejillas me advertían que no estaba soñando, aunque no era del todo consciente. La dimensión que poseía la irracionalidad de lo que estaba ocurriendo me sobrepasaba. 

Una melodía psicodélica sonó en su teléfono alejándome de la abstracción que me consumía. Toda mi atención estaba puesta en él. Sacó de su bolsillo un celular y lo sostuvo con una delicadeza que no se correspondía con lo descuidado que aparentaba. Su voz irrumpió en el aire sumergiéndose en el huracán que me aplastaba desde la ventana. En mi cabeza se creaba la efigie de un tiempo pasado inmerso en una neblina que contrastaba una multitud posada en una montaña, mientras me dejaba amilanar a sus espaldas. Habiendo guardado su teléfono, permaneció observando hacia afuera prescindiendo el estrépito que lo rodeaba sin sucumbir.  Cada tanto giraba su cabeza con serenidad para subrayar alguna eminencia. Yo lo envolvía con mi vista, sin dejar ni un mínimo detalle fuera de ella, como si se fuera a esfumar.  

El pasillo estaba más oscuro. Estiró el brazo y se sostuvo con el asiento, poniéndose de pie. Giró su cuerpo deslizándose en el caucho que cubría el suelo, estábamos enfrentados. Sus ojos ignoraban la tensión que los fundía con los míos, formándose una mirada implícita colmada de ironía, y que sembraba así una conexión desmedida. Corajudo, caminó hacia la puerta trasera e hizo sonar la campana, que anunciaba el fin de su trayecto. Su cuerpo se mimetizó en la noche negra y desde que se desligó de aquel mundillo, nunca más lo volví a cruzar.  

Ahora estoy manejando y por el espejo los miro danzar, me estoy transformando en marciano, pronto me voy a bajar.  

 

Tags:

 

More by Mariano Caffé

...
Che Guevara de ma...

poem by Mariano Caffé

! A la mierda todo ¡ Grita mi garganta adormecida, si nos vamos a quedar sordos en esta vida compartida con la puta burguesía con la que camino al baño a mear, a la mañana de este tiempo que supieron manejar, no ... Read more

...
Sin las palabras ...

poem by Mariano Caffé

Las palabras me detienen, un tibio despido en letras que no existen, me freno, pienso y río de lo que no estuve llorando. Si me voy a volver un libro, que sea lo que estoy narrando. Read more